Por Mario Weitz. Colaborador de La Salle IGS. Consultor del Banco Mundial

La necesidad de aportar mucho dinero público al recate de Bankia, nos hace pensar varias preguntas:

¿Por qué no se reformó el sistema financiero, antes como hicieron otros países, ahora, tarde , mal y en un momento crítico?

¿El rescate de Bankia, esconde más entidades con situaciones similares no declaradas?

Mal asunto, las entidades no pueden imputar un activo de mil a un solar cuando el precio de venta es cero.

¿Y que pasa con los accionistas de Bankia, a quienes se les incitó comprar y solo pocos meses después descubren en desastre de perder todo ?

El poner tanto dinero público en una entidad no implicará una necesidad de rescate por parte del Banco Central Europeo y un aumento de la prima de riesgo.

Urge una gestión más profesional y menos política en las entidades financieras.

¿Y que pasa con los trabajadores? Es evidente que una caída sustancial en la plantilla será vital para el futuro de la entidad, hay mucha plantilla y poco negocio.

Y finalmente, queda comprobado que la fusión de dos entidades que van mal, solo complica el problema, y pone en evidencia el error de la fusión.