Por Beatriz Frutos, Socia Directora en Excellence Research Institute, Coach y Formadora. Especialista en coaching de Equipos Sistémicos

La habilidad principal en el mundo de los negocios es saber vender. Y por qué nos cuesta tanto ¿Porque a veces solamente la palabra venta nos echa para atrás, nos repele y tenemos que disfrazarla de consultoría, postventa, preventa, gestión comercial y otras muchas para disfrazar lo que en otros países como EEUU está considerado como la profesión por excelencia?

Un profesor y amigo me decía con mucho acierto que hasta que en el recreo de los colegios, los niños no jueguen a vender y comprar, y a montar sus propios negocios España seguirá siendo un país de funcionarios, de trabajo fijo hasta las tres y de que vengan otros a arreglarnos la economía, y me temo que mucho tienen que cambiar las cosas para llegar a eso…

Siempre he considerado que todos vendemos algo, que cuando vamos al cine con nuestro novio, (¡cuando te casas ya vas menos al cine!) resulta que estás vendiendo a tu acompañante la elección de la película, el entrar a ver una y no otra. Cualquier decisión en nuestra vida puede ser considerada una venta más o menos encubierta. Desde hacer una entrevista de trabajo en la que te vendes como mejor candidato frente a otros, como cuando tratas de convencer a las personas de un equipo para que trabajen en determinado proyecto, y pongan su mayor empeño en que salga bien o se queden a tomar una cerveza después del trabajo. Todo pasa por convencer, por persuadir y en definitiva vender a otros tu punto de vista.

Pero la venta más difícil es la venta que nos hacemos a nosotros mismos, decía Martin Seligman, uno de los creadores de la psicología positiva actual. Cuántas veces nos hemos dicho a nosotros mismos “este mes voy al gimnasio 3 veces por semana” y luego no lo has cumplido, porque comienzas a darte argumentos que van bombardeando esta primera intención: “ imposible ir esta semana con lo que tengo de trabajo” “ hoy ya no me da tiempo, tendrá que ser otro día, ” “el próximo mes de verdad que iré”… etc. Y lo más curioso de todo es que te darás los mejores argumentos del mundo porque eres tú mismo el que conoce mejor tus aspectos más vulnerables y cuáles son que sin duda funcionan en ti. El manejo del diálogo interior es la principal clave para alcanzar el éxito, y así lo confirman los grandes atletas, como Rafa Nadal para el que obviamente el entrenamiento mental es igual de importante que el entrenamiento físico.

Y este diálogo interno muchas veces nos mete el miedo al ridículo, al qué pensarán los otros si digo esto, si actuó de esta otra forma, y si me atrevo a proponer algo distinto, retador, y si y si y si…. Se nos va llenando nuestra mente y nuestro corazón de “Y sis” que nos impiden hacer lo que realmente debemos hacer sin dar voz a este personaje interior que tanto nos conoce y que nos mantiene en el miedo más absoluto. ¿A quién no le ha pasado alguna vez? ¿O tal vez conoces a alguien que le ha pasado?

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Recuerda, según sea tu Dialogo Interior así serán:

  • Tus estados de ánimo
  • Tus emociones.
  • Tu energía
  • Tu Pasión y tu entusiasmo
  • Tu motivación
  • El atreverte o no a innovar, a hacer cosas nuevas, el plantear retos
  • Tus comportamientos y tus acciones, y en definitiva…. tu vida.