Por Mónica Pérez de las Heras. Colaboradora en La Salle International Graduate School of Business

¿Cansado de aburrirte en las convenciones de ventas? ¿En los grandes eventos anuales? ¿Los ponentes se alargan demasiado y el congreso se convierte en un rollo? Utiliza la técnica Pecha Kucha y vuelve a disfrutar de las presentaciones.

Astrid Klein y Mark Dytham son dos arquitectos que trabajan a nivel internacional con sede en Japón. Ellos fueron los que se percataron de que su gremio era uno de los más aburridos cuando realizaban una presentación con diapositivas. Por ello se les ocurrió diseñar un sistema en el que las exposiciones fueran más dinámicas. Así nacie­ron los Pecha Kucha.

El término Pecha Kucha procede del japonés y sirve para identi­ficar el sonido que hacen las personas al hablar. La idea original consiste en realizar una presentación visual breve sobre cualquier tema, eso sí, ajustándose de forma estricta a una longitud y a un tiempo. El formato es cerrado y consta de 20 diapositivas que de­ben exponerse en 6 minutos y 40 segundos, es decir, cada una está a la vista 20 segundos. La presentación va pasando sola de manera que al finalizar el tiempo se para.

Cuando se organizan eventos de este tipo lo bueno de este sistema es que permite la participación de muchas personas en un acto, cada una contando cosas muy diferentes y de manera muy rápida, evitando aburrir al auditorio.

Este proyecto comenzó en Tokio en 2003 pero hoy en día se desa­rrolla en casi 90 países. Al principio era algo que hacían arquitectos y diseñadores pero hoy en día cualquiera puede participar en una Pecha Kucha night.

La idea es contar algo que te guste, que te entusiasme y conseguir hacerlo en el tiempo estipulado. No es necesario para ello ser un gran orador, el objetivo es que pueda hacerlo todo el que quiera.

Este formato, que de forma lúdica se va extendiendo por todo el mundo, se usa también en el mundo de los negocios.